martes, 1 de septiembre de 2009

Otoño nuevo, vida nueva



Llega septiembre, y con él lo mejor del verano: su final. Semimuertos en la hoguera de agosto, alcanzamos milagrosamente el nuevo mes rogando por algunos grados centígrados menos y algunas buenas expectativas más. Hasta hace dos años se las veían negras en las viñas para conseguir jornaleros dispuestos a cortar uva con tijeras de podar, y ahora los jornaleros se las ven y se las desean para disputar a las vendimiadoras mecánicas algún racimo; así (de jodida) es la vida. Un poco menos lo ha sido para los comerciantes de la ciudad, pues ingresar durante las rebajas un 15% más que el año pasado es para darse no con uno, sino con dos o tres cantos en los dientes. Lo mismo tienen que hacer los andaluces que, según un estudio, son los españoles que más tardan en adaptarse al trabajo tras las vacaciones, pues hay por ahí un millón de ellos que no tiene que adaptarse a nada porque está de vacaciones permanentes y forzosas. En Jerez sabemos mucho de eso, más que nadie, y en consecuencia sería de esperar que la cesta de la compra fuese de las baratitas de España; pues nada, nuestra ciudad está entre las 20 más caras. O aquí la gente saca petróleo de debajo de las piedras, o hay más mentirosos que orejas. Por lo menos a pocos de nuestros conciudadanos les tocará la subida de impuestos que se anuncia, ya que aquí la tendencia es a que haya sólo dos “clases” de ciudadanos: los nadaeuristas y los mileuristas, así que eso de la clase media empieza a sonarnos a chino. Hablando del Gobierno, como las cuentas no es que no salgan, sino que salen fatal, no sólo se acercan subidas de impuestos (dicen que sólo a los ricos, ¡pero si de donde más sacan es de los impuestos indirectos que nos meten directamente a todos!), sino que ahora resulta que las autonomías le deben 6.000 millones al Estado; ¿no era el Estado el que le debía chorrocientosmil millones a las autonomías?; ¿es que no somos todos estado y autonomía al mismo tiempo? Yo, particularmente, lo que mi ser español deba a mi ser andaluz, lo compenso con lo que mi ser andaluz deba a mi ser español, y santas pascuas. Si no hay trabajo, al menos parece que en Jerez sí tenemos conciencia ecológica, pues el Ayuntamiento nos pone unos Puntos Limpios Móviles para echar todo tipo de desperdicios, y así aprendemos a reciclar más y mejor. Esperemos que la planta de reciclaje y compostaje Las Calandrias ya esté funcionando como planta de reciclaje y compostaje, porque las últimas noticias que teníamos de ella eran que hay vertederos ilegales en mejores condiciones higiénico-sanitarias que dicha planta. Por cierto, el Guadalete sigue hecho una mierda; cada varios meses Sánchez o Becerra nos venden la moto de las aguas cristalinas (aún nos ruboriza la presentación en la Expo de Zaragoza), y luego a marear la perdiz, como siempre, por eso exigimos ¡YA! un baño de la Alcaldesa y la Delegada a la altura de los Llanos de la Ina, o mejor, una pelea de barro, aunque allí lo que hay es cieno. Y ya que estamos con el cieno, cenagosa es la situación de los que no tienen trabajo, pero también la de los que lo tienen y no cobran, como los trabajadores de Cojetusa, que ya están anunciando medidas de fuerza. ¿De quién es la culpa, de la empresa que no les paga, o del ayuntamiento que no paga lo que debe a la empresa? Menos mal que por lo menos el Xerez C. D. está en primera, y eso es algo que no se paga con dinero… ¿o sí? Y hay por ahí otra cosa que no tiene precio, y es la Alcaldesa anunciando la entrada en vigor de la, agárrense, “Ordenanza Municipal de Medidas de Apoyo a los Jerezanos y Jerezanas en el Mundo”. Señora alcaldesa, de verdad, ¿no sería mejor que se dejara de chorradas y apoyara un poquito a los jerezanos que estamos aquí?


La Voz, Jerez, 1 de septiembre de 2009 (por fin)

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