sábado, 31 de mayo de 2008

Sin columna esta semana

Por motivos que aún desconozco, la columna de la semana pasada no apareció publicada en la edición de "La Voz". Confiando en que aparezca mañana, no he escrito esta semana.
Saludos

viernes, 30 de mayo de 2008

Carta abierta a Gaspar Llamazares




Sr. Llamazares:

Leo en la prensa que ha cursado solicitud formal para retirar la cruz y la Biblia de las juras de cargos públicos ante el Rey, y que está preocupado porque aún quedan cruces en los colegios y desfilan militares en las procesiones. En Italia, donde vivo, esa cuestión quedó zanjada con la sentencia judicial favorable al mantenimiento de la cruz en los lugares públicos porque se trata de un símbolo referente para la cultura italiana. Sin embargo, para usted no es así, y cree que se trata de un atentado a la laicidad del Estado. Le pregunto: ¿va usted a pedir la retirada de nuestros museos, como ofensivos, de los Cristos de Velázquez o de las Vírgenes de Murillo? ¿Usted se va a presentar a trabajar en el Congreso el día de Navidad, por la terrible injusticia que representa el descanso para todos los españoles del día del nacimiento de Cristo? ¿Se va a aupar a la torre de la catedral de Toledo, para tapar sus cruces, que ofenden los aires de los millones de turistas que visitan la ciudad? ¿Se va a emplear con los billetes de 20 euros por representar la ventana gótica de una catedral europea, intolerante muestra de agresión religiosa? ¿Va a pedir prohibir la Semana Santa de Sevilla, la Romería del Rocío o de San Isidro, por su carga de ofensiva católica en las calles que a todos pertenecen? ¿Pedirá la retirada de nuestras bibliotecas, estatales y que pertenecen a todos, de las obras de Gonzalo de Berceo, de Lope de Vega y de Galdós, por su propaganda clerical, impensable en un Estado laico? ¿Borrará al Magistral de La Regenta? ¿Pedirá que la Real Academia declare que las Glosas Silenses y Emilianenses ya no son los testimonios más antiguos del castellano? ¿Borrará los apellidos de Navas de San Juan o de Villanueva del Arzobispo, o se empleará con los nombres de San Sebastián o de Sant Feliù de Llobregat por imponer a todos los ciudadanos un membrete con creencias religiosas adheridas? ¿Raspará con su cincel las cruces de Calatrava o de Santiago de los escudos municipales? ¿Liberará al cochino de San Antón de la oscurantista gorrinera católica, o pedirá usted que la pava de Cazalilla sea arrojada desde la Casa del Pueblo, en vez del campanario de la parroquia? ¿Empezará una cruzada para que el “Viva San Fermín” se transforme en un “Viva la serenidad laica de un Estado igualitario en sus manifestaciones lúdicas y/o festivas”? Señor Llamazares: le aconsejo que, antes de que su partido desaparezca definitivamente del Congreso, haga lo posible por cambiar su nombre en el registro civil, pues es indigno de un Estado como España que usted se llame Gaspar, como uno de los Reyes Magos, con evidentes reminiscencias católicas y monárquicas que pueden ofender al pueblo al que usted representa.

Pedro Aliaga Asensio
D.N.I.: 26.477.876-T
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00187-ROMA, Italia

lunes, 26 de mayo de 2008

¿Por qué volviste, Indiana?


La última película de Indiana Jones es la desgraciada prueba de que la suma de un gran director, un gran productor, un gran actor, un gran guionista y un gran compositor, no da siempre como resultado una gran película. Decepción, es la palabra. Quizá el fallo estaba en el espectador, que tenía unas espectativas demasiado grandes, pero el caso es que no volvió "la magia" más que en breves instantes que no fueron suficientes para disfrutar. Si durante muchos años no se hizo la cuarta entrega de Indiana Jones porque a Spielberg y Lucas los guiones no les parecían a la altura...¿cómo serían los libretos rechazados? Porque el que finalmente escogieron es, cuando menos, infantil, repetitivo y falto de garra. No se puede hacer una película para glorificar a un personaje, sino que el personaje tiene que ser glorificado por el espectador mientras experimenta la película.
Harrison Ford está excelente, de eso no hay duda. Pero de donde no hay, no se puede sacar. Con una mala (Kate Blanchett) que da más risa que miedo (no se sabe si su personaje es más caricaturesco que ridículo, o viceversa), con una sumisión a la espectacularidad digital que canta demasiado (aunque se cansaron de repetir que habían hecho la película a la antigua usanza), con algunas escenas que pretendiendo causar hilaridad, provocan vergüenza ajena (el émulo de Tarzan), con una Marion Jones que no se sabe bien qué pinta en escena... La película se convierte en un quiero (recuperar la magia) y no puedo.
Cuanto más viejo se hace George Lucas, más insulso e infantil. Quizá cuando era joven hacía las películas para sí mismo, y ahora las hace para sus hijos adolescentes.
¿Un consejo para Lucas y Spielberg? Si quieren saber cómo se recupera a un personaje glorioso de hace dos décadas, haciéndole evolucionar sin perder el estado de gracia, haciendo una película de lo más moderna, pero manteniendo las esencias "a la antigua", consiguiendo que veas al protagonista exactamente como debes verlo (más viejo pero más sabio, más vulnerable y más tierno, consciente de que ya no es el que era, pero sin refregarnoslo a cada minuto, y, sobre todo, sin ser un personaje famoso dentro de su propia película), que se repasen "La Jungla 4.0"; el John Mclane de 2007 es lo que debería haber sido el Indiana Jones de 2008. La oportunidad, desafortunadamente, se ha perdido.
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal: 6/10

sábado, 24 de mayo de 2008

1.000-€-istas


Desgracia y necesidad son dos palabras que todos entendemos, aunque no necesariamente las interpretamos de la misma forma, pues no son, en absoluto, conceptos absolutos. De hecho, cada uno sube o baja su listón particular para calificar algo como “desgraciado” o “necesario”, en función de su experiencia vital y, sobre todo, de la comparación con los demás. Así, como siempre nos comparamos con aquél a quien le va mejor, tendemos en exceso a sentirnos desgraciados y a tener grandes necesidades: necesitamos la pantalla de plasma de 42 pulgadas porque no nos importa el niño sucio y desnudo que vemos en la de 37, que se nos ha quedado pequeña; necesitamos ir de vacaciones, como mínimo al Caribe, porque envidiamos al que tiene un yate y un jet privado, en lugar de imaginar cómo sería la existencia si el único objetivo de cada día de nuestra vida fuese llegar a la noche habiendo metido algo en el propio estómago y en el de la familia.

Ganar 1.000 euros al mes puede ser una calamidad o una bendición, pero que una masa enorme y creciente de ciudadanos, algunos muy capaces, ganen eso, y además tengan pocas expectativas (o ninguna) de mejorar, es sin lugar a dudas un auténtico fracaso del sistema, una broma sin gracia en la España del “todo va bien, cabrones, y el que no se lo crea que reviente”. Desde mediados del siglo pasado, cada generación de padres ha luchado por conseguir, y ha conseguido, que sus hijos alcanzaran un mayor bienestar económico y social. Así es como tiene que ser en cualquier nación civilizada, salvo que se produzcan guerras u otras catástrofes devastadoras, y así es como había sido en España…hasta ahora. Porque ahora tenemos un país social y mentalmente estructurado para ser “tres mil eurista”, en el que una parte sustancial de sus habitantes se ve obligada a vivir y morir con un tercio de aquello a lo que creía estar destinado y a lo que cree tener derecho. Y el gran desgraciado no es el veinteañero recién salido de la universidad que ha de compartir piso para llegar a fin de mes (ese pobre tan sólo está empezando a atisbar su futuro); el auténtico perdedor es aquél que con 30, 40 ó 50 años, con cargas insuperables y sin esperanzas de progreso, ve cómo ni tan siquiera puede dar a sus hijos aquello que él sí tuvo. Posiblemente en el sibilino lenguaje del Ministro de economía esto no se llame crisis ni regresión, pero nunca los tecnicismos de un burócrata obediente hicieron que la fantasía se convirtiese en realidad.

En estos tiempos difíciles, navegamos a toda vela hacia unos arrecifes llamados “tiempos dificilísimos”. Quizá a partir de ahora nos convenga prestar más atención a las miserias del mundo cuando miremos por la ventana de plasma de nuestro salón, igual hasta conseguimos sentirnos dichosos.

La Voz, Jerez, 25 de mayo de 2008. El Euribor ya no es nuestro amigo.

jueves, 22 de mayo de 2008

Ya viene...


19 años esperándole, y llega hoy.
¡Bienvenido, Indi! Tan pronto como pueda te haré una visita como Dios manda (es decir, en la mejor sala de cine de la ciudad). Espérame.

sábado, 17 de mayo de 2008

Prisionera Ortiz Rocasolano



Los emperadores romanos mantenían en calma a la embrutecida plebe regalando trigo y entradas para el circo. Así podían dedicarse a los asuntos de estado, y a los suyos propios, mientras el pueblo analfabeto tenía el estómago lleno y era feliz viendo a los gladiadores matándose entre sí, o a fieras exóticas devorando cristianos. Han pasado veinte siglos, mil guerras y revoluciones, renacimientos, ilustraciones, decenas de nuevos imperios…y todo ello para que España siga siendo igual que la antigua Roma; no por ser una potencia temida y respetada, desgraciadamente, ni por dejar en el mundo una impronta para la eternidad, sino por habernos convertido en un circo permanente para disfrute de una población rastrera y amoral que goza dando satisfacción a sus más primitivos instintos. En el siglo XXI el circo se llama “prensa del corazón”, y las luchas de gladiadores se producen en los platós y delante de las cámaras de los paparazzis. Nada hay que objetar a quienes libremente entregan su vida al espectáculo, y comen de ello a costa de perder su honor e intimidad, a cambio de convertirse en ridículas caricaturas para el entretenimiento de la ciudadanía. Sin embargo, da asco ver cómo, ante el griterío y la excitación de la chusma, son lanzadas a la arena rosa de los nuevos coliseos personas que no aceptaron esa vida indigna, seres a los que, de un tajo, se les despoja de su privacidad y de su libertad; de su vida, en una palabra. Y todo ello bajo la comprensiva mirada de los poderes públicos, al abrigo del asqueroso corporativismo de los medios de comunicación, y jaleado por el ensordecedor frenesí de las masas vociferantes: “¡más carnaza, más carnaza, más carnaza!”

“Derecho a la información”, exigen desde sus púlpitos mediáticos los sacerdotes de la nueva religión idólatra, mientras van despachando un diosecillo tras otro para que sean adorados hoy y olvidados mañana; “Garantizado el derecho a la información y aplastado el derecho a la vida en libertad”, conceden desde sus cátedras legales los altos siervos del sistema. ¡Ay de quien se resista!, ¡ay de quien se rebele!, pues tan sólo conseguirá humillación y desprecio por su osadía; ¿acaso no comprenden que las ruedas dentadas no pueden dejar de triturar almas ni un momento?

Giran y giran sin descanso los engranajes, y a su son los espíritus se corrompen como cadáveres bajo el sol, y las mentes se deshacen como castillos de arena bajo la marea creciente. El sistema se pudre, la curia se pudre…y el pueblo se pudre. Ojalá pudieran, al menos, descansar en paz los injustamente cautivos y aquellos que están de su lado. Los demás, que disfruten revolcándose en las heces mientras puedan, antes de que el fuego y la barbarie vuelvan a traer la tenebrosa oscuridad a las ruinas de Roma.

La Voz, Jerez, 18 de mayo de 2008

¡Show must go on!

domingo, 11 de mayo de 2008

Juancho ya no vive aquí


El lagarto Juancho era un reptil muy limpio y ordenado que mantenía su lagunita como los chorros del oro, de modo que más le hubiese valido al Ayuntamiento dejarlo donde estaba, por que desde que al pobre lo desterraron, la balsa de Torrox languidece como una triste charca insana, vertedero de mierda y lugar de esparcimiento para gentuza, es decir, como un reflejo de los ciudadanos y gobernantes que habitan en el pueblo.

El gusto que tienen nuestros regidores por inaugurar cosas a foto y platillo para luego dejarlas pudrirse, es tan sólo comparable a su poca vergüenza y falta de originalidad en las excusas, aunque en esto último no podemos criticarles: ¿para qué van a inventar mejores mentiras, si las que usan cuelan siempre? Es por ello que la delegada Becerra se lava las manos (suponemos que no en las fecales aguas de Torrox) diciendo que el problema es que al Ayuntamiento aún no se le ha entregado la obra, como si así dejaran de ser responsabilidad municipal los problemas de salubridad y deterioro de los equipamientos públicos; como si ello hubiera impedido programar actividades para los niños en dicha cochinera; como si algunas obras no hubieran merecido todo el mimo del mundo antes de haber sido entregadas (la “pamplina escénica”), mientras otras parece que no se entregarán así pasen los milenios (el parque de Vallesequillo); como si fuera una casualidad que, precisamente cuando se publican las fotos del charco-vertedero, la Delegada diga que la limpieza estaba “programada” para el día anterior; como si…

Así pues, según la teoría Becerra, si en el foco infeccioso de Torrox se cometen asesinatos o violaciones, el Ayuntamiento dirá que eso no es cosa suya porque la obra no está recepcionada (menuda estupidez eso de “recepcionada”), lo cual me lleva a sugerir que se celebren allí las protestas contra el catastrazo, para que así la policía municipal no pueda detener a ningún peligrosísimo manifestante. En todo caso, si la obra aún no se ha entregado, lo que tiene es que estar vallada y con el acceso prohibido hasta que sea provista de un mantenimiento y una seguridad decentes. Y si el problema es que no hay dinero porque estamos arruinados, que se coja de los dos millones de pesetas que cada día nos cuesta Onda-votaPSOE-Jerez; ¿por qué será que a la patética herramienta municipal para lavar cerebros “nunca le farta de ná”?

Como mi casa no la limpia el Ayuntamiento, por suerte, y necesito un empleado de hogar serio y hacendoso, hago una oferta a Juancho con la esperanza de que aún no se haya convertido en monedero. Además de 1kg diario de carne cruda, le prometo el mejor rincón de mi terraza y una bañera llena de agua. De agua fresca y limpia, por supuesto, no como la de Torrox.

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La Voz, Jerez, 11 de mayo de 2008, ¿merecemos tener parques que ni siquiera son dignos de las ratas que mueren (por infección) en sus aguas?

jueves, 8 de mayo de 2008

Iron Man

¡Ya era hora de disfrutar de una "americanada" en condiciones!
Si no tienes prejuicios, si no te da miedo perder alguna subvención al reconocer que prefieres (la mayoría de) películas americanas a (la mayoría de) bodrios españoles...prepárate para disfrutar de esta excelente película "de palomitas" (como si fuera eso algo malo). Es divertida, sorprendente, excitante y entretenida. Los efectos especiales intachables, la música cañera, el humor fino, los actores adecuados...y, afortunadamente, Iron Man 2 ya está confirmado.
Por desgracia para el mundo, Iron Man no existe de verdad; por suerte para los malos es tan sólo un personaje de cómic.

Iron Man: 8,5/10

sábado, 3 de mayo de 2008

Balance de la Feria


La Feria es imprevisible como la vida misma; puede que no te apetezca demasiado, que esperes aburrirte, pero al final casi siempre vuelves a casa pensando “menos mal que vine”. La Feria es como el Carnaval: puedes hacer y decir cosas que no harías ni dirías en otros momentos, y hablar e intimar con gente que en otras circunstancias te volvería la cara. Es una hipocresía, pero aceptamos las reglas y, en general, disfrutamos jugando; ¿se puede pedir más?

Como la Feria no me gusta demasiado, ya el sábado pasado me planté allí para disfrutar del inconmensurable pregón de Jesús Soto en La Voz, gracias al cual mis alforjas mentales quedaron rellenas de flamenco, toros, caballos y vino para los próximos 8 ó 10 años. El domingo me conformé con ver los fuegos artificiales desde la azotea, así que el lunes fui con energías renovadas, y estuve con mi archirival del Rincón Malillo, Pepe Berasaluce, que me presentó a una alta carga socialista de la política provincial. La buena mujer empezó diciéndome que yo era demasiado de la derechona; para ser la primera vez que hablábamos, no estuvo mal. Suerte que Pepe salió en mi defensa diciendo que soy un facha talibán. Yo, maleducado de mí, les dije que “fachas somos los que nos atrevemos a llevar la contraria a los progres”, y no les hizo gracia, pero como ya éramos íntimos, insistieron en que me fuera con ellos a otra caseta. El martes, Eugenio Camacho me invitó a su minitertulia televisiva, y allí conocí a uno del PP al que no le va muy bien en la política; resulta que le gusta pensar y opinar libremente, así que el muy tonto está arruinando su futuro en el partido. En La Voz pasé un buen rato con otros columnistas (Asencio, Cáceres, Cosano, Mora, Parra…), y Javier Benítez me presentó a la Alcaldesa, que estuvo encantada de conocerme y me dijo que la tengo (institucionalmente, supongo) para lo que quiera; cuando quise pedirle un trabajo en el Ayuntamiento, ya había desaparecido.

El jueves me dediqué a observar a la gente y pensar en las desventuras que hay detrás de cada sonriente chinita que vende luces de colores. Mientras las ambulancias no paraban de entrar y salir, supongo que para evacuar a los heridos por arma blanca, calculé cómo sube cada año la proporción de chusma hijaputa. El viernes pasé en coche por los aledaños del recinto y los cristales temblaron por el ruido, así que decidí ser bueno con mis tímpanos y me fui a cenar al Puerto; y como ya no está uno para muchos trotes y además tenía que escribir esto, el día de ayer se lo dejé a los de fuera y a los que nunca tienen hartura. Así, descansadito, he llegado al final, de modo que espero verles hoy en el Real para despedir hasta el año que viene a nuestra luminosa, divertida, peligrosa, carísima y estruendosa Feria del Caballo.
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La Voz, Jerez, domingo 4 de abril de 2008