jueves, 25 de octubre de 2007

Por la concordia nacional y la reforma constitucional



La Fundación para la Defensa de la Nación Española y las entidades Convivencia Cívica Catalana, Foro de Ermua, Fundación Concordia y Fundación Papeles de Ermua presentarán su propuesta conjunta “Por la Concordia Nacional y la Reforma Constitucional” hoy 25 de octubre en el Casino de Madrid, (C/Alcalá, 15) a las 19.30 horas.

Tanto el Gobierno como el primer partido de la oposición, así como diversas voces en los ámbitos político y académico, se han referido a lo largo de los últimos tiempos a la posibilidad de una reforma de la Constitución de 1978. Sin embargo, ninguno de estos planteamientos se ha concretado en un texto completo y detallado, limitándose a establecer principios y orientaciones generales. Tampoco se ha explicado por parte de las dos principales fuerzas parlamentarias cuál sería el método para llevar a cabo este proceso ni qué tipo de acuerdo entre ellas lo haría posible.

Las organizaciones que impulsan esta propuesta sostienen la convicción de que el nuevo Estatuto de Cataluña y el rosario de reformas estatutarias que lo han seguido se apartan peligrosamente del concepto de Nación española en el que se fundamentó el gran pacto civil de la transición materializado en la Constitución vigente, y de que la única forma de preservar su espíritu es la actualización de su letra según los procedimientos previstos en la propia Carta Magna. Desde esta perspectiva, han redactado en común el contenido preciso y articulado de la que entienden es la respuesta a tan grave problema.

Proponen devolver al gobierno central atribuciones como las relacionadas con la educación, eliminar de la Constitución la palabra "nacionalidades" y sustituirla por "regiones", defender la supremacía de la lengua común sobre la particular, incrementar los requisitos electorales para que los partidos con mínima representación no puedan chantajear y torcer la voluntad de la mayoría de los españoles y otras más.

Si quereis conocer esta propuesta con más detalle (realmente interesante y muy trabajada) podeis entrar en su página web o ir directamente a la siguiente dirección:

http://www.nacionespanola.org/docs/DENAES_reforma%20contitucion.pdf

Sinceramente, hacía mucho tiempo que no leía nada tan sensato.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo contigo, Kaiser, como CASI siempre.

Y digo CASI por lo del comentario anterior; las alusiones a la pena de muerte, ya sabes.

Sinceramente, no te conozco mucho, pero creo que sí lo suficiente como para suponer que lo que dices en él no es cierto, es decir, no me puedo creer que tú mismo estarías dispuesto a ejecutar a un condenado a muerte.

Lo siento mucho, pero no me lo creo. Te tengo en mayor estima.

Anónimo dijo...

La naturaleza humana puede desvirtuar a la persona en un ámbito concreto de la vida, sin variar lo más mínimo en otros. Es como si tuviésemos un interruptor que conecta/desconecta lo peor que hay en nosotros. De todos es conocido el hecho de que personas que comenten determinados latrocinios (no me refiero a asesinos en serie y perturbados similares) son fantásticas personas en sus ámbitos familiares, laborales, etc...

Nadie dijo...

Me he perdido algo, pues no encuentro en ningún sitio la alusión a la pena de muerte.
Nos mantendremos a la escucha.

Anónimo dijo...

Está en los comentarios de tu última columna.

Saludos cordiales.

Nadie dijo...

Recibido. Y ya está todo leído. Interesante debate con argumentos defendibles por ambas partes. Sin duda, todo el que esté de acuerdo con la pena de muerte, debería pensar en sí mismo ejecutándola. Ahora bien, se supone que en un estado de derecho, ¿el verdugo que lleva a cabo tan indeseabla tarea no es más que un instrumento en sí mismo, o tiene responsabilidad moral en lo que hace? ¿Y en una dictadura? Quiero decir, ¿debe un verdugo estar conforme con lo que hace?, ¿podría ser alguien verdugo si su trabajo repugna a su moral?, si un verdugo está conforme con lo que hace, ¿deja de ser "sólo" trabajo para convertirse en una satisfacción?
En este tipo de cuestiones, poco importa lo que se dice. Es como si decimos: "Soy valiente" o "soy un buen amigo"...en realidad, sólo se puede saber cuando llega la ocasión de demostrarlo. Quiero decir que, llegado el caso, quizá Kaiser no sería capaz de ejecutar a otra persona, y quizá algunos de los que se creen incapaces, lo harían.

Anónimo dijo...

Entiendo que sería un instrumento del sistema al que no se le podría negar el derecho a la objeción de conciencia.

Anónimo dijo...

Sencillamente, me parece implanteable el dilema en un Estado de Derecho. Ya sé que se da, y no solo en USA, pero, aún así, no me parece presentable que dicha condena se siga imponiendo en países civilizados.

En todo caso, no me gusta entrar a valorar las "culpabilidades" o "responsabilidades" del hipotético verdugo, ni en una dictadura ni en una democracia. No me veo capacitado para juzgar o discernir semejante actuación.