domingo, 20 de enero de 2008

Piromanía política

La cosa está interesantísima últimamente en los Jereles (no, Jerelesgay no, sólo Jereles) y a veces dan ganas de escribir por la mañana y por la tarde, tal es la cantidad de cuestiones dignas de comentario en este batiburrillo del disparate en el que vivimos en nuestro pueblo (y en nuestra región, y en nuestra nación –de naciones-). Podría hablar de Urbaser, de Cojetusa, de los ex-empleados chantajistas (y con una repentina querencia por lo eclesiástico) del Ayuntamiento, del AVE que en Cádiz va a ser GUSANO, de la sospechosa y muy oportuna (para ella) entrada de la Junta en el Circuito, de la plaga de ratas-elefante que asola el norte de la ciudad, de los 600.000 puestos de trabajo prometidos por el “gran prometedor” (y nunca cumplidor) que es Chaves, de los comercios que están cerrando a mansalva en el centro debido a una crisis que sólo existe en nuestra imaginación, del Consejo Regulador que se pasa tres pueblos y regula demasiado…pero todo eso va a quedar por el momento en la saca de los asuntos pendientes (igual echo mano de alguno en las próximas semanas) porque hoy voy a hablarles de una cuestión tan seria, que la propia vida de las personas puede depender de ella: el posible traslado del Parque de Bomberos, asunto inmerso en aguas cenagosas, quizá putrefactas, en las que se mezcla lo empresarial con lo político, lo económico con lo urbanístico y lo laboral con lo social.

Hay una máxima que dice “si algo funciona, no lo arregles”, y otra que reza “zapatero a tus zapatos”. ¿Funciona el Parque de Bomberos en su actual ubicación? Sí, a decir de ciudadanos y profesionales. ¿Está situada dicha instalación en el lugar más adecuado según los que más entienden del asunto, es decir, los propios bomberos? Sí, su defensa numantina de la actual sede no deja lugar a dudas. Entonces, ¿por qué Consorcio y Ayuntamiento parecen empeñados en vendernos una moto que no necesitamos y, además, nos puede quemar vivos?

Entendemos que el Consorcio quiera y necesite cobrar las deudas de un ayuntamiento desvergonzadamente moroso, y hacerlo en especie con unos terrenos cedidos no sería para ellos una mala opción. Entendemos que el Ayuntamiento quiera y necesite ingresar dinero “como sea” (aunque sea para seguir despilfarrándolo en imbecilidades), y hacerlo vendiendo al mejor postor los terrenos del parque actual no sería para ellos una mala opción. Pero, ¿hacerlo contra el criterio de los que se juegan la vida para salvarnos la vida?, ¿hacerlo a costa de nuestra seguridad? De llevarse a cabo el despropósito, es posible que algún ciudadano acabe ardiendo en su salón, pero lo que es seguro es que algunos políticos arderán eternamente en el infierno.



La Voz, Jerez, 20 de enero de 2008

2 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Sólo un columnista de raza puede empezar así: "dan ganas de escribir por la mañana y por la tarde". ¡Colega!

Nadie dijo...

Enrique, he de confesar que esas ganas se me pasan rápidamente. Es mucho más habitual que me den ganas de dejar de escribir. Si la raza de los columnistas se pudiese comparar con la de los perros, creo que yo sería un chucho.
:)