domingo, 23 de noviembre de 2008

Politi-periodismo

En los últimos meses he asistido a diversos actos sociales relacionados con medios de comunicación, y en ellos me ha sorprendido un patrón de comportamiento: la “intimidad” que se manifestaba entre periodistas y políticos. No hablo del trato amistoso o la cierta complicidad que serían entendibles entre quienes llevan años tratándose. A lo que me refiero es al compadreo exhibido públicamente sin pudor alguno. No se debe generalizar sobre un colectivo por lo que se ha visto algunas veces, entre algunos políticos y algunos periodistas, pero es inevitable extrapolar y preocuparse. Ya sabemos que la imparcialidad absoluta no es posible; tampoco se le pide a un periodista que no tenga ideología o preferencias, pero lo que sí es exigible a quienes se dedican a informar es cierta independencia y que busquen la verdad, y eso no se logra si existe demasiado roce con el objeto de estudio, o se le debe algo: a la verdad sólo se puede llegar manteniendo una prudente falta de implicación personal. Es fácil teorizar desde una columna cuando no se tiene que velar por los puestos de trabajo de un periódico y no hay que estar pendiente de publicidad institucional que asegure la supervivencia pero, ¿no es eso aberrante en sí mismo? Porque, con el Poder legislativo en guerra con la realidad, el Judicial sometido al Ejecutivo, y el Ejecutivo velando por sus propios intereses, ¿qué esperanza quedaría si el Cuarto poder también cayese? Puede que la mutua dependencia entre periodistas y políticos sea inevitable, pero su fruto es un híbrido abominable que traiciona los principios de ambos y la confianza de los ciudadanos.


Hace poco me decía un periodista que el periodismo en Jerez era aburrido cuando no había competencia, y que sigue siéndolo ahora que la hay. Que hay gente que publica, sin contrastar ni verificar, notas de prensa o informaciones proporcionadas por el político de turno, de manera que a veces, creyendo leer el fruto de un trabajo esforzado, se lee el fruto de la inventiva del gabinete de prensa del Ayuntamiento. También me decía, y ya me lo han dicho muchas veces, que el deporte favorito de cierto regidor es (además de salir en la foto) telefonear a los periodistas de la ciudad para quejarse por informaciones publicadas, radiadas o televisadas. Volviendo a las teorías fáciles de mantener desde fuera, si yo recibiera ese tipo de llamadas, las grabaría y archivaría, y luego le diría a esa persona que como me volviera a llamar para eso, se fuese preparando para visitar los juzgados; pero claro, es sólo teoría; ¿se imaginan que a un periodista se le cruzan los cables, y un día nos desayunamos con un especial de La Voz, Diario de Jerez, Radio Jerez, COPE o Localia, con todas esas grabaciones?...yo tampoco.

La Voz, Jerez, 23 de noviembre de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

GINOSUR (INTRO): 10 COMENTARIOS
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Igual sí que merecía la pena, ¿no?