Tras la muerte, hace unos meses, de Arthur C. Clarke, compré uno de sus libros más famosos y recomendados por los aficionados a la ciencia ficción. Se trata de "El fin de la infancia", y nos cuenta la llegada a la Tierra de una raza extraterrestre mucho más avanzada que nosotros (los "superseñores"), que, de alguna manera, toman las riendas del futuro de la humanidad de manera pacífica y beneficiosa, pero haciendo que esta pierda parte de su independencia. Naturalmente esto tiene un motivo, que se nos revela casi al final del libro y no voy a desvelar aquí.
Aunque las críticas que me hicieron leer esta novela decían que era poco menos que una obra cumbre, y que su final era apoteósico, sorprendente y bellísimo, no estoy nada de acuerdo.
Para mí es una buena novela, desde luego. Entretenida y sorprendente, sí, pero con una trama cada vez más triste hasta desembocar en un final, más que bello, tristísimo y deprimente.
Me alegro muchísimo de que la posibilidad planteada en el libro sea, sencillamente, imposible, ahora o dentro de un millón de años. Me gusta ser humano, con las grandezas y las muchísimas miserias que ello comporta. Y me quedo con "2001".
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